Inician trabajos de restauración del Palacio Legislativo

A 91 años de su edificación, el Palacio Legislativo será sometido por primera vez a trabajos de restauración integral, en donde se utilizarán técnicas especializadas que permiten devolver la belleza y esplendor a las construcciones, respetando su arquitectura original que lo llevaron a convertirse en una de las edificaciones más emblemáticas en el Centro Histórico, declarada Patrimonio Cultural por el Ministerio de Cultura y Deportes.

La intervención incluye trabajos de conservación y restauración de la fachada principal, reparación de la losa de tipo baldosa en donde actualmente se registran filtraciones y la conservación del frontón; asimismo, cambio de techo del Hemiciclo y de la Sala del Pueblo. Desde esta semana, el Palacio Legislativo se encuentra circulado con una barrera de contención para realizar los trabajos que avanzarán durante la Semana Mayor y que durarán unos ocho meses.

Como parte de la política de Congreso Abierto y Transparente que ha impulsado la X Legislatura, la restauración del Palacio Legislativo está incluida en el Presupuesto del Organismo Legislativo la conservación del patrimonio que pertenece a los guatemaltecos. La labor de restauración está a cargo de la empresa Arcos Proyectos, Sociedad Anónima, y el costo será de Q5 millones 769 mil 226. Toda la información se encuentra en el portal de contrataciones con el Número de Operaciones de Guatecompras (NOG) 23548126.

TRABAJO URGENTE

La labor de recuperación del Palacio Legislativo inició después de ocho años que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) efectuó una revisión exhaustiva del recinto, en donde, de acuerdo con el informe final, detectó varios problemas en los ambientes, especialmente por deterioro, debido principalmente a la antigüedad de las instalaciones del edificio que ha sido testigo de incontables momentos históricos y decisiones importantes que han marcado el rumbo del país.

 Sin embargo, con el paso del tiempo ha dejado una huella imborrable en sus paredes y techo. El envejecimiento del Palacio ha desencadenado un deterioro profundo en varias de sus áreas, como lo apunta el informe de la Conred de 2017, que hasta la fecha no había sido atendida por legislaturas pasadas.

En un recorrido por las instalaciones a simple vista, los daños estructurales son innegables. Las grietas recorren los muros como cicatrices de un pasado que no puede olvidarse. Los pisos, alguna vez impecables, ahora presentan fisuras que reflejan el desgaste de décadas de uso.

Se observa que las filtraciones en el techo son cada vez más frecuentes. Este desgaste generalizado es fruto de la falta de un remozamiento integral a lo largo de los años.

Karla Solórzano, arquitecta del Congreso, advierte con preocupación que los problemas detectados ya no pueden esperar más. La urgencia es palpable: es necesario intervenir para preservar la historia. Esta situación no solo pone en riesgo la integridad del edificio, sino que también amenaza la seguridad de los que se encuentran bajo su techo.

En varias zonas del Palacio Legislativo los daños son aún más evidentes. Los pisos, que alguna vez fueron símbolo de grandiosidad, hoy están quebrados, llenos de humedad que ha dado paso a hongos y salitre.

Además, los equipos de aire acondicionado, mal instalados sobre la losa, provocan derrames de agua que generan filtraciones y agravan la ya precaria situación de la edificación. Un sistema que debería brindar confort se ha convertido en otro factor de vulnerabilidad.

El techo de madera, uno de los elementos más emblemáticos del Palacio Legislativo, también muestra signos de un desgaste acelerado, aclara la arquitecta del Congreso.

Expuesto a condiciones extremas durante años, el techo ha perdido su resplandor original, y las costaneras de acero, que han sido esenciales para la estabilidad de la estructura, revelan la precariedad.

En cuanto al sistema eléctrico, la situación es alarmante. Empalmes de cables sin aislamiento adecuado, cables expuestos a la intemperie y cajas de registro sin tapa ni señalización son solo algunos de los problemas detectados. Estos fallos no son solo un simple descuido; son una amenaza constante que podría desencadenar un desastre aún mayor, como un incendio, según alertan las autoridades.

Entre las áreas más afectadas se encuentran la Sala del Pueblo y los Palcos del Hemiciclo, espacios vitales que albergan a decenas de personas durante las Sesiones Plenarias.

La X Legislatura, con la responsabilidad de conservar el patrimonio de los guatemaltecos, impulsa la recuperación del Palacio Legislativo, que fue inaugurado el 1 de marzo de 1934, durante la gestión del Presidente Jorge Ubico Castañeda; de acuerdo con registros del Instituto de Antropología e Historia, el edificio se comenzó a construir durante el gobierno de Lázaro Chacón, entre 1926-1930. CN/ Guatediario

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