¿La dieta de la zona es realmente recomendada y equilibrada?

*** A pesar de sus muchos adeptos, la dieta de la zona es una dieta muy restrictiva que no cuenta con suficientes bases científicas como para asegurar que mejora el estado quienes la siguen.

Si ya tomaste la decisión de cambiar tu estilo de alimentación, seguramente te has topado con una cantidad infinita de información sobre qué dieta hacer o qué alimentos puedes o no consumir. Entre las opciones disponibles, se presenta la dieta de la zona, muy controvertida.

Como es de esperar, tiene defensores y detractores. Pero este plan alimentario se ha convertido en la elección de muchas figuras públicas de la farándula internacional.

40–30–30 es la fórmula que ha convertido a este concepto nutricional en un tema de debate. Te lo explicamos de la siguiente manera: cada comida que ingieras debe estar compuesta por un 40 % de carbohidratos, un 30 % de proteína y un 30 % de grasa.

¿Es equilibrada nutricionalmente?

Cuando hablamos de carbohidratos, proteínas y grasas, nos referimos a esos macronutrientes que debes consumir al día. Tradicionalmente, los especialistas señalaban que el equilibrio se conseguía con una distribución específica: 15 y 20% proteína, 20-25% grasas y 50-60% carbohidratos.

No obstante, el doctor Barry Sears refutó esta idea. Este estadounidense tiene estudios en bioquímica y varias investigaciones en lípidos. Concluyó que esta repartición no era la adecuada porque generaba diversas patologías.

Dicho esto, propuso el 40–30–30 como la ecuación ideal para la distribución de macronutrientes en la dieta. En este punto, el individuo logrará conquistar la “zona”, que es el estado máximo de aceleración del metabolismo, donde la insulina se encuentra en sus niveles regulares y en equilibrio.

Importancia de la insulina

El objetivo principal de la dieta de la zona es fraccionar los nutrientes, ya que los carbohidratos en exceso pueden elevar la concentración de insulina en sangre. Con este diagnóstico, podríamos padecer múltiples enfermedades.

La hiperinsulinemia se refiere, también, a bajos niveles de glucosa. Estos problemas se reflejan en síntomas como:

  • Sobrepeso
  • Cansancio
  • Dificultades cardiovasculares y respiratorias
  • Convulsiones
  • Daños cerebrales
  • Hipertensión arterial

Algunos beneficios de la dieta de la zona

La norma indica que el 40–30–30 es una constante que se debe mantener en todas las comidas del día. Además, no debes permitir que pasen más de cinco horas entre comidas y es fundamental que todos los hidratos que consumas sean de bajo índice glucémico. Es decir, cero azúcar refinada.

De esta manera, estaremos limitando el consumo de carbohidratos y beneficiando la reducción de insulina. Esto generará que:

  • El organismo utilice la grasa como principal fuente de energía.
  • La insulina podrá transportar con mayor eficacia los nutrientes al interior de las células.
  • Te sientas más saciado.
  • Pierdas peso.
  • Tengas más disponibilidad energética para afrontar tu rutina de actividades diarias.

Consejos básicos para alcanzar el éxito con la dieta de la zona

Hay algunos pilares que debemos tener en cuenta si queremos que la dieta de la zona sea efectiva:

  • No dejar de desayunar.
  • No dejar pasar una hora después de levantarse para desayunar.
  • Cada cinco horas hacer una comida, aun cuando no tengas hambre.
  • Ingerir grasas monoinsaturadas que contengan Omega 3, como aceite de oliva, aguacates, frutos secos, etc.
  • Ingerir carbohidratos con niveles bajos de azúcar, como los granos, las verduras y las frutas.
  • No olvidar las proteínas en ninguna comida, porque de esto depende el equilibrio de los niveles del azúcar en la sangre.

Reacciones adversas

Todo proyecto tiene detractores, y la dieta de la zona no escapa de esta situación. Son muchos los clavos sueltos que esta propuesta ha dejado. Y, con ellos, muchos especialistas que se han encargado de desmontar las “maravillas” del doctor Sears.

El español Aitor Sánchez García, autor de Mi dieta cojea, calificó esta dieta como una gran falacia, ya que para él su creador solo busca beneficios económicos.

  • El también nutricionista, dietista y tecnólogo alimentario asegura que detrás de este proyecto hay una gran industria de productos alimentarios necesarios para cumplir con la fórmula del 40–30– 30.
  • Para él, este esquema es imposible de cumplir bajo los parámetros normales de alimentación sana.
  • Además, asevera que esta dieta es hiperproteica, hipocalórica y que no cuenta con suficientes bases científicas para asegurar que mejora el estado físico y mental.

Más clavos sueltos

Esta dieta pone al individuo en contra de los hidratos derivados de las harinas. Quizás la distribución de macronutrientes no sea descabellada, pero para bajar de peso y alcanzar un mejor estilo de vida no hay que dejar de comer ningún alimento.

Puede que baste con incluir lo que nos gusta en cantidades razonables. Esto último, siempre que el individuo no tenga un problema médico con un alimento específico. Con la dieta de la zona debes tener más que disposición para mejorar tu salud, ya que pone límites muy exigentes. Mejorconsalud

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